Cuando recién estamos comenzando en cualquier profesión, especialmente en el marketing digital, es difícil ganar los primeros clientes y ponerle precio a nuestro trabajo. Ya sea que busquemos algo freelance o bajo relación de dependencia, resulta común que nos ofrezcamos a trabajar de forma gratuita «para ganar experiencia».
La idea detrás de esta decisión es ganar experiencia, establecer relaciones y aprender lo necesario para avanzar en nuestra carrera. Sin embargo, es importante que entendamos que no todo trabajo gratuito es igual ni tiene el mismo valor. Si bien es cierto que trabajar gratis puede ser una buena oportunidad en ciertas circunstancias, también es vital establecer límites claros para que este esfuerzo tenga un retorno real en forma de aprendizaje y desarrollo profesional.
El Valor de la Experiencia en el Marketing Digital
Cuando recién empiezas, la experiencia es una de las monedas más valiosas que puedes obtener.
El tiempo es irrecuperable, y en los primeros trabajos, el objetivo principal debe ser aprender y mejorar tus habilidades. Pero la clave está en que ese aprendizaje sea significativo y valga la pena. No todas las pasantías, no todos los clientes, y no todas las empresas merecen que pongas tu tiempo y esfuerzo sin una compensación, ya sea económica o en forma de un aprendizaje significativo.
No debes ofrecer trabajos complejos de forma gratuita. Realizar tareas difíciles sin cobrar, o por un precio demasiado bajo, es contraproducente. Estás poniendo en riesgo tu valor profesional, además de contribuir a una competencia desleal.

El trabajo gratuito puede ser una excelente oportunidad para ganar experiencia cuando estás dando tus primeros pasos, pero debe ser claramente definido. Establecer el alcance, las fechas de inicio y finalización de tus tareas es fundamental.
Cuando es una empresa la que ofrece la pasantía, se supone que ellos aportan experiencia, te enseñan y vos realizás el trabajo bajo su supervisión. Sos como el aprendiz del herrero de antaño: laburaba como un perro pero ganaba un oficio. Hoy las condiciones laborales no deberían ser de explotación, es solo un ejemplo y espero se entienda así. El punto está en que una pasantía puede ser trabajo sin paga, pero se espera que la empresa te de mucho por lo que obtiene.
De esta manera, aunque no recibas una remuneración directa, puedes estar seguro de que tu tiempo no se está desperdiciando y que el esfuerzo invertido tiene un valor compensado, ya sea en aprendizaje, en contactos o en nuevas oportunidades.
Cuando trabajás para emprendedores o pequeñas empresas esta línea se desdibuja mucho. Con frecuencia no hay nadie para enseñarte: solo esperan que hagas el trabajo. Si este es el caso no creo que te aporte mucho valor. Podrías intentarlo pero por un período breve, bajo la premisa de exprimir todo el aprendizaje que puedas y luego negociar un sueldo acorde a lo que aportás o salir de ahí.
Los Primeros Pasos: Trabajar por un Costo Económico
En el marketing digital, como en cualquier otra disciplina, la práctica y la experiencia son cruciales para mejorar, pero esto debe ir acompañado de una compensación por el tiempo que inviertes. Una vez que tengas uno o dos trabajos gratuitos a tu haber que te permitan armar un portfolio mínimo, es el momento de comenzar a cobrar, aunque sea poco.
Cobrá por pequeños trabajos a tarifas muy accesibles, porque a medida que vas acumulando experiencia y confianza, puedes y debes empezar a aumentar tus precios.
Cuando ofrecés tu tiempo de forma gratuita o a precios irrisorios, no solo estás subestimando tu propio trabajo, sino también el de los demás profesionales que han invertido años de esfuerzo y dedicación para llegar a donde están. Eventualmente, cuando ya estés establecido y tengas tarifas completas, no te gustará que alguien cercano esté regalando su trabajo. Del mismo modo, hoy al regalar tu trabajo, perjudicas a aquellos que han tenido que luchar por llegar a su nivel.
Diferenciarte por el Valor, No por el Precio
Como profesional del marketing digital, es esencial que te diferencies por el valor extra que aportas, no por la reducción de precios. El precio no siempre es lo que define la calidad de tu trabajo, y los clientes saben cuándo una oferta demasiado barata es sospechosa.
A medida que adquieras experiencia y te conviertas en un experto, vas a ser más valioso para tus clientes si ofrecés soluciones efectivas y diferenciadoras que realmente aporten valor a sus negocios.
La idea que espero dejarte aquí es que trabajar gratis puede ser útil cuando estás comenzando, pero tenés que asegurarte de que cada esfuerzo tenga un retorno, ya sea en términos de aprendizaje, conexiones o visibilidad. No todos los trabajos gratuitos son iguales, y lo más importante es que tengas SUPER claro que tu tiempo es limitado y valioso.
Poné límites, cobrá lo justo. Aprendé mucho, entregá más valor, y cobrá más. No regales ni tu trabajo ni tu tiempo. ¡Éxitos!
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